Las vacas y otros animales caminan por las diferentes calles del Residencial Naíme como si estuvieran en su casa (el potrero), sin que las autoridades del Ayuntamiento Municipal le pongan atención a este problema, pese a que ya han provocado accidentes de transito.
Estos animales se trasladan de un lado a otro ante la mirada indiferente de las autoridades.
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